sábado, 11 de noviembre de 2023



Duelos sin resolver




    Hola! Te cuento que yo llegué al retiro Abrazo del Cielo porque Dios así lo tenía dispuesto, un día fuí por primera vez a una cita Psiquiátrica y en la consulta salieron todas las pérdidas que he tenido de seres queridos muy cercanos, la primera mi hija que  era una bebé de menos de 3 meses (murió en un accidente de tránsito) hace 43 años, mi abuelita hace 37 años, mi esposo hace 3 años y mi mamá hace 2 meses y por toda la sintomatología que traía me dijo que traía muchos duelos sin resolver y me sugirió que debería ir con una Tanatóloga; es ahí cuándo me sugieren ir al retiro. 

    Yo dije que no lo podía pagar y muy amablemente me dijeron que Abrazo del Cielo me becaba, por supuesto que no me lo podía creer hasta que lo viví.


   Fué una experiencia maravillosa ya que yo nunca había ido a un retiro, me di cuenta que no había perdido nada más a mi bebita, sino que me hicieron recordar que había tenido dos abortos espontáneos y aparte me hicieron conciente de lo importante que era para ellos y para mí darles un nombre, además a la hora de mi confesión salió algo que mi mamá me había contado y era que yo soy producto de una violación.

    Trabajé para perdonar todo lo pasado desde mi concepción, en mi niñez, adolescencia y juventud. Me siento renovada y liberada de cosas que quizá inconscientemente había olvidado y que sin embargo me ataban sin saber a qué. 

    Doy gracias a Dios por tan maravillosa experiencia!

Anónimo




De la alegría de estar embarazada al dolor de perder a mi bebé en el vientre.    


    Yo me encontraba muy triste me sentía vacía y sola sin apoyo de la persona que más lo esperaba que era mi esposo, era muy triste ver que las personas no consideran que la pérdida de un bebé sea una pérdida dolorosa,  hacen comentarios de este tipo: después tienes otro o ya tienes uno no importa. Lo que no entienden es que un hijo no es reemplazable y que duele demasiado.

    En mi caso me hospitalizaron para hacerme un legrado, para sacar a mi hijo de mi vientre y al día siguiente ya tenía que seguir con mi vida como si nada hubiera pasado. Sin consolación, ni un funeral para cerrar el ciclo o vivir mi duelo.

    Cuando llegué al retiro Abrazo del Cielo iba con pocas esperanzas de sanar la pérdida de mi bebé pero no solamente fue eso, es algo hermoso porque no solo trate la pérdida, sino  muchas cosas más, sane muchas otras cosas que estaban pasando en mi vida y lo más importante conocí a Dios verdaderamente.

    Sentí lo que es Su amor y entendí que todo lo que Él dispone para mi vida tiene una razón de ser, me hizo sentir apapachada, me sentí acompañada por personas que estaban pasando por el mismo dolor que yo y eso me ayudó muchísimo realmente cambió mi vida, porque desde el retiro veo las cosas de una manera más positiva en todos los aspectos.


Anónimo