lunes, 29 de septiembre de 2014

LA MEDITACIÓN DE HOY...




LA MEDITACIÓN DE HOY…

 El que  coma  mi  carne y  beba  mi  sangre permanece en mí y yo  en él.
A mi  Cristo  amado  quien es mi  poesía, mi música, fe e  inspiración de mi  plegaria,  mi promesa de amor sin fin, te alabo y bendigo cada instante de mi vida… Tú quien no dejas dudas en mi mente cuando busco  tu consejo , Tú mi cálido regazo , quien en la dulce paz de sus promesas alienta mi vida, Tú único Salvador  quien  vuelve a inclinar sus  brazos para cargarme en el sufrimiento o las  caídas… déjame seguirte sin reservas! sin nada que ate esta débil voluntad, sin mascarás que disfracen la dicotomía de mi ser!!  Hoy  Padre  dispongo   todo aquello que está dentro del alma mía, para que sanes  y  remuevas las  fuerzas que me transformen de mi precaria condición a  un apóstol  ungido de ti.
 A ti  Padre me  dispongo con entera voluntad,  sin  condiciones ni reproches vengo  con el   rostro avergonzado  por llamarte tantas veces Padre y hacerme    sordo como  niño  a tu voluntad , perdón hoy te pido por mi espíritu adormecido con pretextos que inclinan la balanza a mi caprichosa voluntad, perdóname Señor, restáurame y fortaléceme para no ser cómplice  de un  mundo turbulento que hoy  ultraja  la dignidad, endiosa y adula el poder,  disfraza la palabra sinceridad con ironía e  hiriente opinión, donde el conocimiento suele volverse pretencioso, la responsabilidad hoy …  intimida, hoy mi Padre la belleza se manipula en la búsqueda de  una aceptación que en el  interior no existe ni llegará si no me reconozco  como una obra perfecta a tu imaginación!! Donde el amor es sinónimo de condición, donde  una sonrisa o un beso  cubre la falsedad de los juicios, los credos se usan como pretexto  para desencadenar como en Caín y Abel el  odio, la envidia e intereses desenfrenados que  importan  para obtener el placer  de dominar al otro, hoy  se ahoga en desesperación al hermano y se cubren de sangre inocente las fronteras de la irracionalidad, volvemos victimas a los indefensos aunque sean ellos sangre de nuestras entrañas.  Oh   Espíritu Santo manda tu fuego calcina ofensas y sacrilegios que en tu nombre se realizan.
 Mi Padre bueno déjame permanecer en tu orilla, lavar tus heridas  creer esperar y confiar en ti,  a la sombra del manto de  mi dulce Virgen María quiero caminar, Señor no mires si tropiezo si no mira mis  intentos,  lávame  con tu preciosa sangre, sedúceme con el misterio de tu pasión,  restáurame con tus palabras y ámame como soy !!!.
 Amén


Rocío Rio

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