LA MEDITACIÓN DE HOY…
-Cada uno de nosotros es el
fruto del pensamiento de Dios-
En esta plática profunda donde mis labios poco se
mueven pero mi alma entera se agita, puedo escuchar con claridad tu mensaje que me dice.... si pequeña…ese al
que tu miras... soy Yo, ese al que tu
consuelas…soy Yo, ese al que tu tiendes una mano soy Yo, ese en que sus ojos
tristes por la miseria contemplas, ese que extiende la mano agrietada y el corazón herido! Ese al
que tu ignoras, difamas o juzgas también…
soy Yo, hija no me quieras ver solo en el que te hace dichoso y feliz, en el
que algo precioso y placentero te ofrece, no mal gastes tus días pretendiendo
servir cuando no puedes compasión de tu hermano sentir, hoy que tú me llamas y
abres la puerta de tu corazón te digo cuanta
tristeza y dolor puedes causar con una simple expresión …..¡si yo
puedo levantarme, otros pueden! si yo me reconstruyo otros deben , no pequeña mía,
a mis ojos no es así, se humilde ante tu hermano, se afable y comprende que hay personas más débiles que tu, es aquí cuando las palabras deben
volverse obras, donde tu oportunidad de ser el
cirineo que camina a lado de su hermano
puede ser oportunidad de salvación; hija
mía, no me dices …que quieres seguirme? no repites que me amas y que deseas
hacer mi voluntad? No te places en enseñar mi palabra? Haces promesas y lloras ante mi… Pues hoy te digo mi amada hija que la pureza de tus obras, la generosidad y
la caridad deben llevarte a cruzar con mi rostro, no me esquives contémplame!! No me
entiendas Ámame...
Padre amado, mi
altísimo Señor te amo y reconozco como único creador, aquí estoy para seguirte
y aprender hacer tu voluntad, desata mis manos descalza mis pies, desata la
prudencia y la generosidad así como María
para que a su ejemplo de mujer pura mis actos sean pétalos a tus pies.
Amén.
Rocío Rio.
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