Mi
amado Padre, gracias por el despertar de un nuevo día......donde pones la
oportunidad para amar, para meditar y encontrar por donde puedo caminar, siento
tus pasos que me acompañan cuando por este sendero las piedras turban mi
camino, siento tus manos en mi rostro que como pétalos enjuagan el dolor
al brotar mis lagrimas si la pena se presenta, siento tu cercanía en las
palabras que alientan mi vida pues el rumbo toma dirección cuando en el
silencio te haces presente; desde esta paz de un día nublado que me regalas miro al cielo y siento perderme en esa
inmensidad e imagino como será perderme en tu corazón, intento dar forma
y descubrirte en las nubes y sueño despierta con despertar ….en lo eterno; Esa
inmensidad que cubre mis días es la que me impulsa cada día a no desfallecer a dar lo mejor del alma mía, es lo que me
despierta cuando estoy adormecida, lo que me alienta al llegar el desanimo, lo
que me restaura cuando abatida estoy, sigue dando Padre mío ese cielo azul e
inmenso a mis días para que en él pueda recordar lo inmenso de tu amor por mí
y reflejarlo en mis hermanos que necesitan ser escuchados,
amados, sostenidos, acompañados, que no deje jamás de servir en tu nombre, que no
deje de ayudarlos a llevar su carga, a
comprender su dolor, a mirarlos con dignidad; y si algún día esas fuerzas
menguan y el cansancio llega, envía
señor tu espíritu sobre mí para restaurarme y continuar amándote desde aquellos
ojos tristes, desde aquellos que en cama se llenan de esperanza e ilusión de
tocar y despertar a tu dulce corazón .
Señor
Que en todo lo que me proponga pueda yo encontrarte, que en todo lo que
pueda yo servirte pueda yo agradarte y todo en lo que pueda yo
amarte mi alma logre extasiarse hasta descansar en ti.
Amén
Rocío
Rio
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