Esta oración fue hecha para una amiga que perdió a su pequeño de 6 años, no podía articular palabras y en una búsqueda de que fluyera tanto dolor nació esta pequeña oración.
Señor déjame descubrir tu rostro en esas cosas pequeñas y grandes que transcurren en el milagro de mi día! Milagro porque aún no se cómo mantengo erguida mi alma….cuando un pedacito de mi corazón hoy se ha detenido, no puedo si quiera contemplarte, no puedo adorarte, no puedo Padre!, Tú mi creador tu que todo lo sabes no hay nada que ocultarte, mi cómplice, mi razón, mi última esperanza, tú que sin hablar me sanas, apriétame fuerte y guárdame en tu interior... hoy mi amado te debo un disculpa, porque hoy Padre miro diferente, hoy las palabras se esfuman, la oración es árida y solo encuentro lugar en mi tristeza, el recuerdo de mi ángel hoy es realidad, su sonrisa efímera se ha vuelto ya, y así... así como llego ¡partió,! dejando un vació nuevamente en mis entrañas pero ahora para dar paso a todo aquello que nos dejo, mi ángel... ese ángel voló, mi pequeño vino con las alas rotas ya no pudo más , hoy se rindió! Sin embargo se que a ti partió, cuanto duele Señor! Una gran contradicción, gozo a tu encuentro vacio a mi dolor; cómo explicarle a mi corazón? No quiero pensar, solo abandonarme, no puedo orar solo contemplarte! Espíritu Santo, necesito luz para comprender que mi voluntad iba paralela a la del Padre, que así son los caminos, que así lo quiere mi Dios; hoy María es mi guía hoy María me consuela, pues tu mi madre comprendes lo que es cargar con tanto amor… aunque se parta el corazón, hoy comprendo Madre mía cuánto dolor hay en una pasión…así se transformo mi vida, así mi ángel volvió, a descansar en el Padre! a los brazos de aquel que lo creo!
Ya no hay dolor para mi ángel, ya no hay encierro ni prisión, y aunque me duela el alma Padre mío, sé que mi niño en ti descanso... sólo me queda pedirte a ti mi creador que lo abraces y le digas todo lo que su amor a mi me dio!
Padre de dulzura en mi fe debo hallar la luz, en tu espíritu encontrar la sabiduría, en tu palabra mi aliento y en tu pan mi alimento, no me dejes Padre mío ¡no me sueltes por favor y dile a mi pequeño que Dios por él a mi llego!
Amén.
Rocío Río
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