sábado, 30 de enero de 2016

LA MEDITACIÓN DE HOY...




Es necesario que Él crezca y que yo disminuya. (Juan 3, 30).

Señor Padre bueno, te doy gracias por que me permites estar aquí ante ti, en un diálogo de amor, hoy pongo en tus manos toda mi libertad para que dirijas mi vida, pongo mi voluntad a tus pies para que guíes mi camino. 
Te pido Señor me des un corazón manso y humilde como el tuyo, permite que vea la grandeza en el alma de los demás, que me alegre de sus éxitos, que me compadezca de sus debilidades y a ejemplo tuyo sea realmente misericordioso con todos los que se crucen en mi camino.
Ayúdame a amarte como Tú me amas, y a transmitir ese amor en cada momento de mi vida, alimenta mi espíritu para que sea luz que ilumine, que las palabras que salgan de mi boca sean siempre para dar un mensaje de esperanza y de amor.
Tú conoces Señor todo lo que hay dentro de mi alma, sabes de mis alegrías y de mis tristezas, sabes lo que me preocupa y lo que me confunde, conoces todas mis debilidades y mis pecados, por ellos Señor te pido purifiques mi corazón hasta que sea totalmente agradable a tus ojos.
Que las personas que me vean, te vean a Ti, que yo desaparezca y seas Tú quien brille en mi.
Haz de mi una verdadera líder del amor, dame la fuerza que da tu evangelio para que pueda transformar a todas esas personas que hoy me escuchan, que tus palabras a través de mi enciendan los corazones con el fuego de tu amor.

Amén.

jueves, 28 de enero de 2016

LA MEDITACIÓN DE HOY...




Por los hijos…

Como una madre acaricia a su hijito, así yo os consolaré a vosotros, y hallaréis vuestra paz y consolación en Jerusalén. (Isaías 63:13)

Creo en ti Padre misericordioso, en este día te damos gracias por el don de la maternidad, gracias por darnos la dicha de trascender en el amor dándonos a otro ser.

Nuestros hijos son nuestra alegría pero algunas veces causa de preocupaciones y temores que superamos únicamente con tu ayuda.

Ayúdanos a amarlos sinceramente.
Danos sabiduría para guiarlos
Paciencia para instruirlos
Comprensión para entenderlos
Disciplina para acostumbrarlos al bien
Pero sobre todo Amor para corregirlos y enseñarlos a elevar la mirada a Ti, su Padre eterno.

Te pedimos que a ejemplo de Nuestra Santísima Madre del cielo vivamos las virtudes que lleven a nuestros hijos de regreso a la casa eterna.

Nos refugiamos en tus brazos Padre para que nos des fortaleza para seguir en el camino.

Amén.



lunes, 25 de enero de 2016

¿Quién es una Mujer en Misión?






¿Quién es una Mujer en Misión? 
Toda aquella Mujer que tiene la sensibilidad para transmitir amor con una mirada, toda aquella Mujer que es capaz de quitarse el pan de la boca para dárselo a alguien más. 
La Mujer en Misión se forma, se prepara, se alimenta de todo lo nutritivo espiritual y material para poder darse a los demás con una convicción clara.
La Mujer en Misión transmite vida, en su seno pero también en su corazón, camina por las calles regando alegría y paz que transforma a quien pasa a su lado.
La Mujer en Misión no pierde la oportunidad de amar en cada instante, se sabe hecha para ello, busca la felicidad llevando felicidad a los demás.
La Mujer en Misión vive plenamente su esencia de mujer, intuitiva, sensible, cariñosa, detallista, pendiente de las necesidades de los demás. 
LA Mujer en Misión busca a Jesús todos los día para preguntarle por dónde caminar, a dónde debe llevar el mensaje de salvación.
La Mujer en Misión sabe que su primer apostolado es su propia familia, después los que le rodean.
La Mujer en Misión se sabe creada por Dios, amada por Él, hecha para ser feliz y contagia la felicidad.

Tú ¿eres Mujer en Misión?


lunes, 11 de enero de 2016

LA MEDITACIÓN DE HOY...

  

 MIS DESEOS JUNTO A JESÚS ESCONDIDO EN SU PRISIÓN
DE AMOR

Compuesta a petición de sor San Vicente de Paul. La misma melodía que
la anterior, o bien la de la glosa de santa Teresa.

Llavecita, yo te envidio,
porque puedes cada día
abrir y cerrar la puerta
de la cárcel donde mora
el Dios hecho Eucaristía.
Mas ¡oh dichoso milagro!,
por la virtud de mi fe
y de mi amor también puedo
el tabernáculo abrir
y en él esconderme yo
cerca de mi amado Rey.
Quisiera en el santuario
junto a mi Dios consumirme,
y, como tú, lamparilla,
brillar siempre en el misterio.
¡Oh qué dicha!, yo también
unas llamas tengo en mí,
y con ellas ganar puedo
para Jesús muchas almas
y abrasarlas en su amor...
En cada aurora te envidio,
piedra santa del altar.
Como un día en el establo,
veo en ti nacer a Dios.
Atiende mi humilde ruego,
ven a mi alma, mi Señor.
Lejos de hallar piedra fría,
en ella hallarás el eco
de tu propio corazón.
Corporales, rodeados
de ángeles, también yo
envidia os tengo a vosotros.
Como los limpios pañales,
envolvéis a mi Jesús,
mi único y solo tesoro.
Mi corazón cambia, ¡oh Virgen!,
en corporal puro y bello,
para poder recibir
la hostia blanca do se esconde
tu amado y dulce Cordero.
Patena santa, te envidio.
En ti viene a reposar
Jesús, el Verbo hecho carne.
¡Que su infinita grandeza
se digne abajarse a mí...!
Jesús colma mi esperanza
sin esperar a que llegue
la tarde de mi destierro.
¡Viene a mí! Con su presencia
me hace su custodia viva...
Yo quisiera ser el cáliz
en el que adoro la sangre
de mi Dios y Salvador.
Mas puedo en la santa Misa
recogerla cada día.
A Jesús le gusta mi alma
más que los vasos de oro.
El altar es un Calvario
donde por mí y para mí
se derrama gota a gota
toda su sangre divina.
¡Oh Jesús, viña sagrada!,
lo sabes, mi Rey divino:
soy un racimo dorado <3>
que han de arrancar para ti.
Exprimida en el lagar
del oscuro sufrimiento,
yo te probaré mi amor.
Mi único gozo será
inmolarme cada día.
¡Oh qué suerte para mí!
Fui contada entre los granos
de maduro y puro trigo
destinados a perder
por Jesús su ser y vida.
¡Oh exquisito arrobamiento!
Tu esposa querida soy,
ven, mi Amado, vive en mí.
¡Ven, tu belleza me encanta,
ven a transformarme en ti!


NOTAS P 16 - MIS DESEOS JUNTO A JESÚS ESCONDIDO EN SU
PRISIÓN DE AMOR
Fecha: otoño (?) 1895. - Compuesta para: sor San Vicente de Paúl, a
petición suya. - Publicación: HA 98 con el título «Mis deseos al pie del
tabernáculo»), siete versos corregidos. - Melodía: Par les chants les plus
magnifiques, o bien la Glosa de santa Teresa «Je meurs de ne point
mourir».
En este poema eucarístico-litúrgico, Teresa no deja volar la inspiración. Es
una meditación en un tono sumamente sobrio, centrada en los objetos de
culto, de los que habla como si fueran palabras o imágenes de la Sagrada
Escritura. Tan sólo en la última estrofa da rienda suelta al amor y al
entusiasmo.
La fe de Teresa la lleva a descubrir la forma de hacer realidad sus
«deseos»: «Mas yo puedo...» No tiene ningún motivo para «envidiar» a la
llave del sagrario, a la lámpara, a la piedra del altar, o a los vasos
sagrados. Ella tiene más valor, ella es incomparablemente más valiosa que
esos objetos inanimados. La «esposa» se asocia al sacrificio como
víctima, aun cuando esta palabra no se pronuncia, y con «arrobamiento».
<1> Cf Ms A 31vº; PN 19,1; P 15,28; Cta 189 y 201; Or 7.
<2> Jesús escondido en la hostia, en el sagrario, es uno de los temas
favoritos de la santa del Dios escondido: cf Cta 140; numerosas referencia
en las Poesías y en RP.
<3> Primero de los tres anuncios de la «pasión» de Teresa bajo el símbolo
del «racimo», junto con RP 5,2rº y Ms A 85vº (escudo de armas).