jueves, 3 de julio de 2014

Meditación de hoy...



Por ti estoy aquí, y vengo a darte todo lo que soy y lo que puedo ofrecerte, tú mi alfarero, médico y  maestro, pongo a tus pies  Altísimo! mi ser completo, déjame encontrarte,  penetra tan  suave en mi como el viento que  traspasa mi cabello,  la luz de la estrella que ilumina mi obscuridad, o el arrullo del mar que canta tan suave y tan profundo que deja una paz y un momento de éxtasis en mi ser, tantas cosas me enamoran  de Ti Señor  que este humilde corazón  te reconoce  como…… su  único destino. Cómo no desear entrar en tu cielo algún día………si tan solo estar aquí contemplándote me invita a permanecer mirándote y llenando mis sentidos de ti, mi razón se nubla y mi alma se agita porque reconozco que  tú eres la razón  de esta adoración.
Hoy reconozco cuantas veces has tocado a mi puerta  y deseo  darte  gracias por todas esas personas que me han ayudado  y acompañado a crecer en  ti, en especial por  mis Padres que me llevaron al bautizo, los sacerdotes  y maestros que han formado, mis hermanos  y  amigos que acompañan  en los buenos y malos momentos, por mi esposo que sostiene en la debilidad y comparte  la felicidad, por esos regalos que llamamos hijos de  los cuales sus bracitos tantas veces han sido tan cálidos y fuertes como los tuyos para María,  María….bendita mujer que te  arrullo en su pecho, que grabo tu sonrisa en su alma , cruzo su mirada con la tuya, formo y protegió con todas sus fuerzas …..pero que también desgarro su alma al verte sufrir en una cruz que no merecías, Gracias Madre mía porque  a pesar de haber crucificado a tu pequeño aún así me amas y acompañas, cómo puedo yo querer evadir el dolor si a los pies de la  cruz tu hijo por salvarme entrego hasta la última gota de su sangre! Cómo puedo Padre olvidarme de tantas muestras de misericordia!   Cordero por mi inmolado Nunca permitas que mi alma se acostumbre a verte en la cruz, por el contrario que verte sea mi motivo para cruzar por lo imposible recordando que esa cruz es la prueba de un amor sublime e infinito.

Seguir tu caminar sin desfallecer es mi  propósito, ven Espíritu Santo ayúdeme e ilumíname para descansar mi confianza en ti, déjame comer el pan de vida eterna y que no descanse  hasta fundir mi alma en la tuya.  Amén.

Rocío Rio.

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