lunes, 20 de abril de 2015

ORACIÓN EN LA ENFERMEDAD


    Señor, aquí estoy postrada en la dificultad de ver mermada mi salud, no sé….no comprendo ni porque ni aún para qué de esta enfermedad, solo sé que siento un gran vacío, una profunda tristeza, miedo, incertidumbre y dolor , cada día se ha vuelto un reto,  una lucha.
    Hoy Señor, deseo desesperadamente tener paz, pero no la encuentro, quiero  tener consuelo  en tus palabras pero muchas veces mis pensamientos solo tienen cabida para la duda, pienso en que será de los míos? de mi;  Tú realmente estarás ya esperándome? o me darás la oportunidad de continuar aquí, comprender en mi corazón cual es mi misión y recuperar los anhelos que he dejado en el camino.
    Empiezo a comprender que alejada de ti desespero y  no soy nada…. deseo encontrar mi Dios la fuente de vida que emana de tu misericordia, de ese corazón que me pensó y dentro de sus suaves manos me dio el soplo divino de la vida, sé que no soy casualidad, mi vida es milagro de tu deseo.
    Como niña me encuentro, frágil e indefensa,  caminando incierta pero  con la gloriosa esperanza  de tu amor, de tu misericordia y de tu paz. Padre mío, autor de mis  días, da la fuerza a mi alma para sostenerse, quiero aprender a tener abandono total, quiero confiar plenamente, enséñame y lléname de ti.
     Espíritu  de Dios guíame por el camino de mi Getsemaní, todavía no se si he amado suficiente, si he sido una buena hija, si he enseñado a mis hijos que el único amor que no pide nada y lo da todo eres tú.  Tú que das razones para morir y vivir, se mi luz en esta  obscuridad, mi vida está llena de ataduras que confunden a mi alma entre lo humano y lo divino,  necesito de ti, de tu aliento  de vida, de tu ternura  para sostenerse, Quiero aprender Padre de tu hijo quien fuera el cordero inmolado por mi paz y en ti confiar.
    Mi amor, mi Señor mas allá del cielo! Déjame soltar los nudos que atan mi alma para recorrer los clavos de la pasión y acompañar a tu hijo en la cruz, que me lave con su sangre, me purifique en su fuego y me haga de nuevo.
    Hoy mis oídos empiezan a escuchar, mi ojos a mirar y mis labios a pronunciar …Señor confío en ti, acepto tu voluntad…. Porque nadie puede tener mejores planes para un hijo que el Padre quien le ama, quien le creo ,no hay ojos que puedan mirarme con tanta ternura, te ofrezco mi corazón ,mi amor, mi vida como  una humilde ofrenda de amor.
    Amén



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