Señor, aquí estoy postrada en la dificultad
de ver mermada mi salud, no sé….no comprendo ni porque ni aún para qué de esta
enfermedad, solo sé que siento un gran vacío, una profunda tristeza, miedo,
incertidumbre y dolor , cada día se ha vuelto un reto, una lucha.
Hoy Señor, deseo desesperadamente tener
paz, pero no la encuentro, quiero tener
consuelo en tus palabras pero muchas
veces mis pensamientos solo tienen cabida para la duda, pienso en que será de los
míos? de mi; Tú realmente estarás ya
esperándome? o me darás la oportunidad de continuar aquí, comprender en mi
corazón cual es mi misión y recuperar los anhelos que he dejado en el camino.
Empiezo a comprender que alejada de ti
desespero y no soy nada…. deseo
encontrar mi Dios la fuente de vida que emana de tu misericordia, de ese
corazón que me pensó y dentro de sus suaves manos me dio el soplo divino de la
vida, sé que no soy casualidad, mi vida es milagro de tu deseo.
Como niña me encuentro, frágil e
indefensa, caminando incierta pero con la gloriosa esperanza de tu amor, de tu misericordia y de tu paz.
Padre mío, autor de mis días, da la
fuerza a mi alma para sostenerse, quiero aprender a tener abandono total,
quiero confiar plenamente, enséñame y lléname de ti.
Espíritu
de Dios guíame por el camino de mi Getsemaní, todavía no se si he amado
suficiente, si he sido una buena hija, si he enseñado a mis hijos que el único
amor que no pide nada y lo da todo eres tú.
Tú que das razones para morir y vivir, se mi luz en esta obscuridad, mi vida está llena de ataduras que
confunden a mi alma entre lo humano y lo divino, necesito de ti, de tu aliento de vida, de tu ternura para sostenerse, Quiero aprender Padre de tu
hijo quien fuera el cordero inmolado por mi paz y en ti confiar.
Mi amor, mi Señor mas allá del cielo!
Déjame soltar los nudos que atan mi alma para recorrer los clavos de la pasión
y acompañar a tu hijo en la cruz, que me lave con su sangre, me purifique en su
fuego y me haga de nuevo.
Hoy mis oídos empiezan a escuchar, mi ojos
a mirar y mis labios a pronunciar …Señor confío en ti, acepto tu voluntad…. Porque
nadie puede tener mejores planes para un hijo que el Padre quien le ama, quien
le creo ,no hay ojos que puedan mirarme con tanta ternura, te ofrezco mi
corazón ,mi amor, mi vida como una humilde
ofrenda de amor.
Amén
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