EL UTILITARISMO

El Padre del Utilitarismo

Nuestra sociedad está impregnada de la corriente Utilitarista fundada por Jeremy Bentham (1748 – 1832).

El Utilitarismo consiste en maximizar el placer y disminuir el dolor.

Si hay una duda moral la solución está en elegir la postura que maximice la felicidad para el mayor número de personas.

Un ejemplo propuesto por Bentham es el siguiente: Tener indigentes en la calles es malo porque a la mayoría de ellos les causa dolor y además a los que los ven les causa dolor. A los que les ayuden dolor por simpatía y a los que no los ayuden dolor por disgusto. Su propuesta era quitarlos de las calles y llevarlos a un lugar donde trabajarían y dormirían. Con su trabajo pagarían el sostenimiento de ese lugar. Esto maximizaría el bienestar común en su opinión.

Primera objeción contra el Utilitarismo:

1.     Derechos individuales. Al utilitarista no le importa destruir los derechos individuales de una persona si a cambio se produce mayor placer que el dolor que inflige.

Ursula Le Guin escribió una historia corta “Los que se alejan de Omelas”. Omelas es una ciudad utópica, no hay reyes ni esclavos, no hay publicidad, es una ciudad donde hay felicidad total. En un cuarto de la ciudad hay un niño inocente, que está encerrado, malnutrido y descuidado por todos los ciudadanos de Omelas.

Todos los ciudadanos saben que ahí está el niño, entienden que la belleza de la ciudad, la ternura de la amistad que tienen, la salud de sus hijos, el clima excelente, todo depende de la miseria de ese niño. Si alguien lo sacara al sol o le diera de comer o lo confortara sería algo bueno en sí pero todo lo bueno en Omelas se destruiría. Esas son las condiciones.

¿Son moralmente aceptables esas condiciones? En base a los derechos individuales no. Es malo violar los derechos de un niño inocente aún a cambio de la felicidad de toda la ciudad.

La próxima semana veremos una segunda objeción contra el Utilitarismo.

Valentín León