¡Qué dulce es saber
Señor que basta mi amor y tu misericordia para estar unidos! Qué maravilla
saber que estoy en cuerpo y alma rendida
a tus pies percibiendo la gracia de que tú me hicieras hija tuya, que alegría
despertar y sentir paz aún en este mundo perpetrado por el desanimo y las dudas, que alegría poder
escuchar tu voz que me susurra ¡Mi pequeña aquí estoy! aun en el bullicio de la
frivolidad, que maravilla comprender tus deseos aun en la obscuridad, el desasosiego y la
soberbia.
Tú Señor me restauras y sanas de todo aquello que
pudiera hoy apartarme de la humildad de reconocerte como mi ¡Rey y mi
Salvador! Tú mi médico, mi Padre y fiel e incondicional amigo, enséñame a
perdonar, a amar y a seguirte, que ningún instante deje mi alma tu camino, que
tu presencia nunca permita sequedad en mi espíritu porque tu Espíritu Santo
derrama en mí el conocimiento de saber que si te pierdo a ti nada tendrá
sentido, pues tu mi creador le das sentido a mi libertad, a mis amores,
deseos y sueños.
Qué cálida es tu
palabra con que llamas a servirte y aquí a solas… con lo peor
y mejor de mi quiero ponerme como instrumento tuyo, quiero saborear tus
gracias, tu compañía, abre padre mi
voluntad para continuar a tu lado sin desviar del sendero y te pido que en este
andar tu Madre Santísima me acompañe
como mi guía, que yo sepa darle el lugar de Reina en mi caminar y abrirle el
corazón de par en par confiando a ella los grandes tesoros de mi vida.
…..Que puedo ofrecerte
de mi Señor? ¡Tan frágil y simple que
soy!.... pero contemplar Madre tu rostro virginal lleva esta pequeñez a reconocer
que toda fuerza y gracia esta en Dios, ruego que al pasar el tiempo siga yo
reconociendo la plenitud de abandonarme al verbo divino de tu vientre!. Mi
Madre Santísima te pido que cada cuenta del rosario que hoy se ofrezca en tu
nombre sea recibida entre tus manos como flores que agraden tu resplandeciente corazón. Toma entre tus
manos nuestras necesidades, dificultades, fortalezas, debilidades, virtudes y
amor, aprisiónalas fuerte contra tu pecho y guárdalas en tu inmaculado corazón,
llena nuestras almas con el perfume de tu amor y la seda tus brazos nos
envuelvan cual capullo a una mariposa para que al cumplirse el tiempo pueda
volar en plenitud nuevamente a la casa del Padre!.
Amén.
Rocío Rio
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