Querido Padre en estos días has permitido que tenga la oportunidad de estar cercana a muchas mujeres de diferentes edades, diversidad cultural, social y económica cosa que agradezco profundamente pues enriqueces mi vida con cada una de ellas, sabes mi Dios…. Llama mi atención en la mayoría poseen algo en común, tristeza, resentimiento, frustración, impotencia, dolor y desamor, percibo cansancio y desaliento en cada palabra, cada relato hace palpitar mi corazón con una fuerza a galope e imagino el tuyo cuando lees en cada corazón!
Lo único que viene a mí Padre es el profundo deseo de trabajar más para ti, dejarme guiar por ti, transmitir tu grandeza, tu palabra, lo inmenso de tu misericordia, a no creer que todo está aprendido y no dejo de imaginarte abrazado a tu cruz recordando lo que has dado por cada uno de nosotros, como entonces me voy a rendir? debo de seguir disponiendo mi alma y mi mente a tu voluntad, muchas veces solo cuento con minutos para acariciar la confianza de quien abre a mí su historia, mis fuerzas señor son minúsculas, mi tiempo es corto y mi sabiduría muy pequeña, sin embargo tu mi Padre y Creador posees la grandeza, la sabiduría, el poder y el conocimiento de todo!
Hazte presente así como en tiempos de Galilea y del otro lado del Jordán que por donde ibas caminando sanabas… necesitamos sanación nuevamente mi Señor, necesitamos de tu ímpetu y poder sobre los hogares, los hombres y mujeres a quienes tu mi Dios un día pensaste para ser parte de esta creación, necesitamos de tu fuerza para mover corazones.
Hoy te pido Padre que no me baste escuchar, que pueda transmitirte, que venga a mí y me acompañe la gracia de tu Espíritu Santo al usar tu palabra, que pueda compartir de manera precisa las escrituras que son palabra viva, palabras que no tienen tiempo de caducidad, que son tan actuales como hoy las leyes aberrantes que los hombres acatamos sin reparar en el daño que las mismas hacen a nuestro ser, derrama tu luz para que tengamos fe en tus anhelos plasmados en la escritura, a seguir de pie… cuando no damos más , que reaccionemos ya que el tiempo es hoy, hoy que el mundo es arduo, hoy que los hombres somos víctimas de nuestra propia apatía y soberbia.
Tú, nuestro Padre que puedes conocernos aun donde nosotros no alcanzamos a interiorisar, Tú mi amado que posees un sagrado corazón, que sabes amar en el actuar, que puedes hacer milagros, ven y sana corazones endurecidos, confundidos y agobiados, permítenos formar puentes para tomarnos de tu mano y seguirte.
Meditando hoy cobran vida tus palabras en Eclesiástico 30, 21-23 No te dejes llevar por la tristeza, ni dominar por las preocupaciones porque la tristeza perdió a muchos y no sirve para nada, alégrate pues la alegría mantiene al hombre con vida.
Anímanos, motívanos rey de verdad y salvación para que tu sangre derramada no quede en palabra o historia, que cada gota tome vida en nosotros, que se vuelva vida para nuevamente hacer latir un corazón, que construyamos el valor o sentimiento que tú nos mandas para revelarla en nuestro lenguaje, en nuestras decisiones y en nuestros actos ALEGRIA, alegría de sabernos hechos por el pincel que reposa en las manos de nuestro maestro, artífice de la vida. Amén
Rocío Rio
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