domingo, 21 de diciembre de 2014

Y LA PALABA SE HIZO CARNE




Creo en Ti Padre todopoderoso, creo que eres el creador de todo cuanto existe, eres el dador de vida, eres Dios Amor. En esta noche te doy gracias porque permites que esté ante Ti aquí en la capilla adorándote. Que gracia tan especial poder estar con el creador del universo. 
Te pido Padre que aumentes mi fe, que nunca dude de Ti.
Espero en Ti Jesús amado, espero poder vivir en Ti por toda la eternidad. Confío en Ti, me pongo en tus manos para que hagas conmigo lo que Tú quieras. 
Jesús mío permite que me refugie en tu corazón, deja que me acurruque en tu pecho como tu discípulo amado. Lléname de tu amor para que mi amor sea verdadero como el tuyo, lléname de ese amor que se transmite en cada respiro, amor que consuela y que abraza.
Te amo Señor con todo mi corazón, te amo y te bendigo. haz que arda mi corazón por ti, sé Tú mi luz en momentos de oscuridad. Que viva yo solo para hacer tu voluntad.
Al principio ya existía la Palabra. La Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. (Jn. 1, 1)
Señor Jesús, Hijo de Dios Padre, ¿cómo fue que quisiste venir a la tierra? Tú que eres Dios y que estabas junto al Padre, quisiste venir a la tierra, nacer en un pesebre y morir en una cruz. 
No es lógico, no es posible al entendimiento humano. Es realmente una locura.
En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres; la luz resplandece en la oscuridad, y la oscuridad no pudo sofocarla. (Jn 1, 4).
En Ti Jesús esta la vida, mi vida, mi eternidad. ¿Cuántas veces he estado en la oscuridad de mi pecado? ¿Cuántas veces me has regresado la luz?
Te doy gracias por tus sacramentos que me devuelven la luz de tu gracia. Bendito seas por el sacramento de la penitencia, que purifica y me regresa la posibilidad de vivir contigo, pegadita a Ti.
Eres Señor la luz que ilumina los senderos, esa luz que está al final del camino, eres Jesús la luz de la Eucaristía, cada comunión Señor me acerca al final del túnel, eres la luz que esta a la entrada de la eternidad, la luz que atrae al final del camino, eres la llave que abre la puerta del cielo.
Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. (Jn 1, 14)
Lleno de gracia y de verdad, has querido Señor padecer por mi. Señor Jesús, te pido me ayudes a responderte, dame tu gracia para no fallarte más. Quiero agradarte, quiero acariciarte y adorarte por toda la eternidad.
Ahora que estoy en este mundo en donde tengo la oportunidad de hablar de Ti, de adorarte en la Eucaristía, de amarte de una manera imperfecta. ayúdame, necesito de Ti, Tú que conoces mi vida, lo más profundo de mi corazón, Tú que sabes el por qué de mi actuar, te pido tengas compasión de mi.
Estamos a unos días de celebrar tu nacimiento, a unos días de celebrar lo que dice en tu Palabra “Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros”,  ¿cómo te voy a recibir? Señor como en aquellos tiempos te digo, no tengo un lugar digno en donde recibirte, sólo tengo este corazón de piedra como el pesebre de Belén. Pero quiero recibirte, quiero tenerte dentro de mí, Tú eres Dios, purifica mi corazón par que sea digo de recibirte, tú todo lo puedes. Ayudarme a prepararme para acogerte, amarte y adorarte por siempre Jesús.

Gracias por esa locura de haber querido bajar a la tierra pues sólo por ello puedo pretender llegar al cielo. Por tus méritos Señor, por tus méritos únicamente. Bendito y alabado seas por siempre.

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