Tercera PERSONA de la santísima Trinidad, Somos tan hijos de Dios a parte entera que el Padre nos concede exactamente el mismo don que hizo a su Hijo amado en el seno de la vida trinitaria : No cesa de enviarnos a su Espíritu, es el BESO perpetuo del Padre a sus hijos CT1,2, por esta razón hermanos "Nosotros somos los templos vivos del Espíritu: razón capital por la que no debemos entregar nuestro cuerpo a la impureza "1,Co 6,19
"Agua viva, viento, llama de fuego , paloma, fuerza transformadora, planeamiento, anima, mueve, calor, morada e interioridad . "Venga a nosotros su Santo Espíritu que venga y more en nosotros"(fraternidad monástica de Saint Gervais Chemins d' unitre p.114)
El espíritu no suprime la ley, permite cumplirla con un corazón nuevo, con un corazón completamente renovado en el Espíritu Santo, este corazón nuevo es el que viene a injertar en nosotros mediante los sacramentos pues a través de ellos derrama sobre nosotros el Espíritu de que El es colmado. Alma de nuestra alma que viene a dotar de facultades nuestra alma.
"Brotará un retoño de la cepa de Jesé (padre de David). Sobre él reposará el Espíritu del Señor, espíritu de sabiduría y de inteligencia, consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y de temor de Dios" Is 11 1-2
Ser fieles a su inspiración "Docilidad al espíritu". Porque el Cristiano penetrado en este Espíritu puede lanzarse hacia Dios y hacia sus hermanos con un corazón dilatado. Sal. 19,32.
Rocío Río
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