jueves, 30 de junio de 2016

LA ENFERMEDAD COMO UN CAMINO


Todos los días nos topamos de frente con situaciones que no entendemos, cuándo nos interrogamos sobre ¿Por qué Dios permite estas cosas?, ¿Por qué tuvo que sufrir esta persona para morir?, ¿Por qué aparece una  enfermendad en los niños, en las mamás, en un papá?, nos ubicamos en una realidad, todas las personas vivimos en dos extremos ya sea en el optimismo mas absurdo o en la fatalidad del pesimismo, esa es nuestra naturaleza, por lo que situarnos en la vivencia de una enfermedad es algo incomprensible.

Pero, hay personas que hacen de su dolor o de una enfermedad un verdadero camino de felicidad, ¿esto es posible?; escuche que alguíen comentó: “ esto es antinatural, no es de Dios”, y aunque suene absurdo se está equivocado al pensarlo así. Paul Claudel quién fué un diplomático francés, escritor y poeta inglés que vivió entre los años 1868 y 1955 dijo: “Dios no vino a suprimir el sufirmiento, no vino a explicarlo, vino a llenarlo con su presencia”.

De ahí quiero partir, desde esta visión, desde la díficil situación de ver a la enfermedad como un camino; en días pasados apareció en las redes sociales la foto de una mujer consagrada de nombre Cecilia, ella pertenecía a la orden de las carmelitas descalzos, era argentina y tenia 42 años, tras una dura lucha contra el cáncer de garganta que padecía el pasado 23 de junio murió, hoy la llaman “la monjita de la sonrisa”, el tiempo de su agonía parecería poco y eso no es lo importante sino como vivó esta agonía, apenas fue diagnosticada con cáncer en diciembre del 2015,  lo más interesante es como nunca perdió la paz, ni la sonrisa.

Ella era una monja contemplativa y de oración, estaba intímamente unida al amor de Cristo por lo que todo el dolor que ella sentía fue ofrecido a Él, ella sabía que el encuentro estaba cerca, y si el dolor no es ofrecido para algo, es un dolor desperdiciado.

Son innumerables todas las frases que por muchas personas y en diferentes epocas exsaltan el provecho que los hombres puden sacar de las pruebas a que se ven sometidos, por ejemplo “El hombre es un aprendiz, el dolor es su maestro, y nadie lo conoce hasta que ha sufrido. “Alfred de Musset.

Una enfermedad no es un castigo, por el contrario, es la oportunidad de enseñarnos a que somos seres de trascendencia, es luz de un nuevo camino, ayuda para que nuestra vida sirva para el aprendizaje de otros, quizá para valorar quienes somos, o quizá simplemente para acortar el tiempo del rencuentro con nuestro creador.

Cuando se tiene esta visión de la enfermedad, está se hace más llevadera, la hermana Cecilia lo demuestra en cada sonrisa, en cada persona que la visitó en su agonía, ella pedía oración y fue el vivo ejemplo de que el dolor tiene un sentido, y si se provecha produce muchos frutos.

     Si con Él morimos, viviremos con Él. Si con Él sufrimos, reinaremos con Él” 2 Tm 2,11.

Cuando tu dolor sea tan grande, cuando tu enfermedad te tenga en extrema agonía, cuando tu infelicidad quiera acabar contigo, detente un instante antes de entregarte a ella, observa a Cristo crucificado, unete a él y ofrece tu enfermedad, la enfermedad es parte de la vida del hombre, pero ofrecida a Cristo la enfermedad te santifica y te asegura un lugar junto a Él.

Brezy López.
MCF.


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