La Crisis Financiera del 2008 se desató en
Estados Unidos y terminó siendo una Crisis Financiera Mundial.
En Octubre 2008, el Presidente Bush pidió al
Congreso que aprobaran $700,000 millones de dólares para rescatar a las empresas
financieras y bancos más importantes de Estados Unidos.
Era injusto que esas empresas ganaron millones
de dólares en los tiempos buenos y que en el momento de crisis se les iba a
rescatar con los impuestos de los ciudadanos.
No había alternativa, esas empresas no se
merecían el dinero, pero si no se salvaba a esas empresas el daño a todo el
sistema financiero podía ser fatal, había que salvarlas a pesar de que fuera prácticamente
una extorsión.
La furia de los ciudadanos estalló cuando apenas
algunas estas empresas habían recibido el dinero y lo primero que hicieron fue
repartir millones de dólares en bonos a sus empleados.
Inicialmente se les criticó por avariciosos
pero no es un argumento convincente ya que en los años pasados las personas no
se quejaban de los bonos mayores que recibían estos ejecutivos. El problema que
veían los ciudadanos es que se recompensaba el fracaso, era darles un premio a
las personas que por sus malas decisiones habían precipitado la crisis.
Presidentes de algunas de estas empresas
declararon que no tuvieron alternativas que habían sido impactados por un
tsunami, por fuerzas superiores. Si fuera verdad que la situación financiera es
controlada por fuerzas superiores entonces no se les debería de castigar en
tiempo de crisis ni premiar en tiempos de auge.
Valentín León
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