Hoy en día muchas
personas intentan en todo momento aparentar menos edad de la que tienen, eso
sucede más o menos cuando una persona comienza a vivir en la década de los treinta,
y es cuando se pone especial atención por ejemplo en el cuidado de las primeras
arrugas, en la figura del cuerpo e inclusive se busca una manera más moderna en
el vestir, dicen algunas mujeres de esta edad que ya se necesita un poco más
que buena intención, para verse mejor.
No estoy en contra
de que se busque sentirse mejor cada día y los cuidados que ello conlleva, por
el contrario, debemos cuidarnos, pero que sucede cuando en sentido inverso, impulsamos a pequeñas niñas a parecer de mayor
edad a la realmente tienen.
Al observar en días
pasados a un grupo de niñas entre 5 y 6 años note en ellas características que
me parecieron muy simpáticas, uñas pintadas, ropas que parecían de mujeres
adultas en tallas pequeñas, bolsas muy grandes, zapatos de niñas de tacón y
maquillajes, tiernos labios pintados de rojo y sombras en sus ojitos de colores
muy llamativos actuando como niñas mucho más grandes que ellas, al principio pensé
que se trataba de un juego, pero sus mamás comenzaron a platicar de las
exigencias que estás niñitas hacían antes de salir de casa.
Desde ahí comenzó
mi inquietud, al platicar con alguna de las mamás le pregunte dónde conseguía
ese tipo de ropa, a lo que una de ellas
contestó que hay todo un grupo de tiendas que tienen un departamento especial
con ropa para niñas modernas, me di a la tarea de buscar estos lugares, y me
sorprendí de lo que ahí encontré, vi
ropa muy bonita, con colores llamativos, lentejuelas, escotes, diminutos trajes
de baño, accesorios muy llamativos y pensé, ¿cómo se verá mi pequeña niña con
toda esa ropa, que la hace lucir más grande de su edad?, ¿se sentirá cómoda con
esa ropa?, ¿al aprobar que se vista así, que mensaje le estoy dando?; más de
alguna ocasión ella se ha puesto mis tacones, a utilizado mi lápiz labial, e
inclusive se ha probado algo de mi ropa, pero es muy diferente que se quiera
vestir como mamá pues necesita su identificación en ese rol natural, a que yo
provoque su hipersexualización.
Este término se
define como: “la sexualización de las
expresiones, posturas o códigos de la vestimenta a niñas que las podrían llevar
a ser demasiado precoces”. Está
situación da como resultado mujeres frágiles y vulnerables.
La
hipersexualización de las niñas se alimenta de diversas formas:
*Publicidad: cada
vez hay más niñas en pasarelas o programas de tv dónde tienen que destacarse
por hacer cosas que a su edad no es posible, pues se ve ya de por sí forzado y
poco natural.
*Ropa: la industria
de la moda a contribuido de sobre manera en la fabricación de ropa inapropiada
para la edad de las pequeñas, haciéndolas lucir de manara coqueta y sexy.
*Programas y series
de televisión: incitan a las pequeñas a situaciones que no comprenden y menos
pueden resolver, así como en roles que evidentemente por su edad no concuerdan
con la vida de tan pequeñas niñas y en muchas ocasiones son instigadas por sus
propios padres para satisfacer sus deseos de proyecciones personales no
cumplidas.
*Salones de belleza
o spa: estos sitios acondicionan sus instalaciones, el mobiliario para que
vivan una experiencia única, para que se “sientan” y se consientan para
alcanzar una belleza que evidentemente no necesitan e inclusive les enseñan
como debe estar siempre una linda mujer desde como maquillarse y como coordinar
su ropa para ser bellas mujeres.
Es muy grave esta
situación, pero más grave es que las personas mayores que debemos cuidar el
entorno en el cuál una niña deba crecer, no sea pensado ni consensuado, ya que
se educa a estas niñas a vivir solo entre la vanidad y lo superfluo; escuche a
una mujer que señaló: “si otras lo hacen, porque mi princesa no”, y esta manera
de pensar solo arrastra a estas pequeñas a un mundo de por sí ya sexualizado, a
que actúen como mujeres sin tener la inteligencia, la madurez, pero sobre todo a
poder sobre llevar este tipo de vida, pues solo se les considerará en un lapso
corto de tiempo como un objeto sexual, sin comprender las verdaderas dimensiones
de lo que es ser mujer y cuál es su verdadero sentido de vida, su infancia se
ve truncada de manera muy grave y pueden tender a caer en las redes de
trastornos alimenticios o adicciones.
Se puede hacer
mucho, entre algunas cosas invito a que no expongamos a nuestras niñas a estas
situaciones, respetemos su desarrollo normal, detengámoslas cuando observemos
comportamientos que no van acorde a su edad, recuerda que tú eres el
responsable de su sano crecimiento y su adecuado desarrollo y ella confía que
tú estarás ahí para enseñarle que ser mujer es lo mejor que le pudo suceder.
La
hipersexualización de nuestras niñas incide significativamente en su
vulnerabilidad física, sexual y psicológica.
Brezy López.
MCF.
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